CO2 y NOx son dos gases que se producen principalmente por la combustión de combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas natural. El dióxido de carbono (CO2) es un gas que los seres humanos han aumentado en la atmósfera durante la era industrial, y se considera el principal gas de efecto invernadero, responsable del calentamiento global. El dióxido de nitrógeno (NOx) también se produce a partir de la combustión de combustibles fósiles, y se conoce como una sustancia contaminante que contribuye a la formación de smog, así como a la formación de partículas en el aire, que pueden tener un efecto negativo sobre la salud humana. Ambos gases son altamente tóxicos y pueden contribuir a la degradación de la calidad del aire, la cual puede tener un impacto negativo en la salud humana.
El dióxido de carbono (CO2) es un gas que permanece en la atmósfera durante un período prolongado de tiempo y se conoce como un "gas de efecto invernadero", lo que significa que ayuda a retener el calor en la atmósfera y contribuye al calentamiento global. El CO2 se produce principalmente como resultado de la combustión de combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas natural, y también se produce por el uso de fertilizantes y la producción de alimentos. El CO2 también puede ser absorbido por los bosques, los océanos y otros ecosistemas, lo que ayuda a reducir la cantidad de CO2 en la atmósfera.
El dióxido de nitrógeno (NOx) es un gas tóxico que se produce principalmente como resultado de la combustión de combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas natural. El NOx puede contribuir a la formación de ozono en la troposfera y a la formación de partículas finas en el aire, lo que puede tener un efecto negativo en la salud humana. El NOx también puede contribuir a la contaminación del agua y al cambio químico de los suelos. El NOx también puede contribuir a la destrucción de la capa de ozono.
Ambos gases son altamente tóxicos y pueden contribuir a la degradación de la calidad del aire, la cual puede tener un impacto negativo en la salud humana. Por lo tanto, es importante reducir la producción de CO2 y NOx, adoptando medidas para reducir la emisión de estos gases antes de que se produzcan. Esto incluye el uso de tecnologías limpias para la combustión de combustibles fósiles, el uso de energía renovable y la adopción de medidas para reducir el consumo de combustibles fósiles.